Mientras China duda en sus compromisos, Irán está recurriendo a su otro aliado para apoyar su yihad global.
Según se informa, Irán y Rusia están planeando formalizar una asociación estratégica integral pocos días antes de la investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El nuevo tratado reemplazará el acuerdo estratégico de 20 años firmado en 2001.
Tanto Teherán como Moscú han enfrentado fuertes sanciones occidentales: Rusia por su invasión de Ucrania en febrero de 2022 e Irán por su programa nuclear encubierto y su agresiva guerra indirecta en Medio Oriente. Según la agencia de noticias estatal iraní Mehr News Agency, el pacto promete una amplia cooperación en los sectores de energía, manufactura, transporte y agricultura para ayudar a eludir estas sanciones.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, destacó recientemente las dimensiones militares del pacto, declarando en la Conferencia Internacional sobre Seguridad Euroasiática de noviembre que éste “formalizará el compromiso de las partes de estrechar la cooperación y la interacción en materia de defensa en interés de la paz y la seguridad regionales y mundiales”.
Sin embargo, el camino hacia la asociación no ha sido fácil. El medio ruso News.ru informó de las dificultades derivadas del aparente apoyo de Moscú a las reivindicaciones de los Emiratos Árabes Unidos sobre las islas del estrecho de Ormuz que Irán considera suyas. A pesar de estas tensiones, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, insiste en que las partes están reconciliando sus diferencias.
“La preparación del borrador de un nuevo gran acuerdo interestatal continúa y las partes confirman su interés en que se complete rápidamente el proceso de acuerdo y firma de este documento”, dijo Zakharova durante una reunión informativa el 20 de julio.
Los detalles del pacto siguen siendo un secreto, pero funcionarios de seguridad occidentales que ya están siguiendo la ayuda militar de Irán a Rusia en su brutal guerra contra Ucrania advierten que su alianza amenaza la estabilidad en Oriente Medio. Rusia ha instado repetidamente a Israel a mostrar “moderación” en sus operaciones militares mientras lucha por sobrevivir contra Irán y su red de agentes terroristas.
A principios de este año, las agencias de inteligencia estadounidenses descubrieron que Moscú había estado suministrando al grupo terrorista Houthi inteligencia satelital para sus ataques a buques occidentales vinculados a Israel en el Mar Rojo, y que los datos fluían a través de miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI).
Desde el 7 de octubre de 2023, los terroristas hutíes han atacado más de 100 buques a lo largo del Mar Rojo con misiles y drones suministrados por Irán. Cada munición utilizada para interceptar un ataque hutí le cuesta a Estados Unidos entre uno y cuatro millones de dólares. Los barcos que se desvían por África para evitar la zona de peligro se enfrentan a un gasto adicional de un millón de dólares en combustible por cada viaje de ida y vuelta.