El aparato de inteligencia de Irán ha compilado una extensa lista de miles de ciudadanos israelíes a los que hay que asesinar, que recuerda los infames ataques rusos contra disidentes en el extranjero.
Según Israel Hayom, Irán lleva años creando células terroristas en todo el mundo que podrían activarse contra académicos, científicos y funcionarios del gobierno israelíes. Al igual que la famosa red rusa de sicarios y envenenadores, estas células iraníes han sido detectadas desde Europa hasta Asia, aunque varios complots han sido frustrados gracias a la cooperación de los servicios de inteligencia israelíes con socios extranjeros.
Los ciberterroristas de Teherán han ampliado drásticamente sus capacidades, penetrando teléfonos y computadoras para recolectar enormes cantidades de datos personales, lo que les da la capacidad de monitorear las direcciones de los hogares, los miembros de la familia, los movimientos diarios y las conexiones sociales de los objetivos israelíes. Es inquietante que algunos de sus objetivos hayan recibido simulacros de “felicitaciones de cumpleaños” advirtiéndoles que no vivirán para ver su próximo cumpleaños.
Recientemente, el Mossad ha descubierto múltiples células de espionaje dentro del propio Israel, atrapando a agentes que vigilaban lugares sensibles y preparaban posibles ataques. Irán, a menudo recurriendo a incentivos financieros, ha cortejado tanto a israelíes como a árabes para sus planes destructivos.
Impulsados por la desesperación tras las catastróficas pérdidas sufridas por sus aliados terroristas Hamás y Hezbolá, los expertos en seguridad advierten que Irán seguirá agotando su economía en crisis para expandir su programa global de asesinatos.
Lamentablemente, es posible que Irán ya se haya cobrado su primera víctima. El rabino de Chabad, Zvi Kogan, fue asesinado en los Emiratos Árabes Unidos por lo que se dice es un escuadrón de la muerte iraní que había puesto en peligro los datos de su teléfono.