Como si no fuera suficientemente difícil visitar Israel ahora que las aerolíneas extranjeras se mantienen alejadas, nuevas regulaciones obligarán a los viajeros a pasar por un control previo del gobierno.
A partir del 1 de enero, la Autoridad de Población e Inmigración de Israel (PIBA) está instituyendo un procedimiento obligatorio mediante el cual los viajeros que no tengan ciudadanía israelí o identificación de residencia permanente deben conectarse a Internet para recibir un permiso de autorización electrónica de viaje (ETA-IL).
El formulario breve solicita datos personales como el nombre, la fecha de nacimiento, la nacionalidad, los planes de viaje, la información del pasaporte y una dirección de correo electrónico válida. En el caso de las familias, cada persona debe completar su propio formulario a un costo de 25 NIS (unos 7 dólares) por solicitud.
Según el sitio web de PIBA, las solicitudes deben presentarse al menos tres días antes de la llegada prevista, ya que puede tardar hasta ese tiempo recibir el permiso por correo electrónico. También advierte que el formulario se agota en 30 minutos, lo que significa que es mejor tener a mano toda la información necesaria y una fotografía digital antes de comenzar.
Una vez aprobado el visado, los turistas podrán llegar en un plazo de 90 días y visitar el país tantas veces como deseen durante un período de dos años o hasta que caduque su pasaporte actual, lo que ocurra primero. Las prórrogas deben solicitarse formalmente a la Autoridad.
La Autoridad también deja claro que recibir un permiso de viaje no significa automáticamente que los visitantes puedan entrar en Israel; sólo les permite presentarse en una de las fronteras del país.
Aunque esto se considera un procedimiento de seguridad y muchos otros países occidentales han instituido un requisito similar, incluidos Estados Unidos, Europa y Australia, los críticos dicen que este no es el momento de dificultar los viajes a Israel cuando las aerolíneas dudan en regresar.
El turismo ha disminuido un 80% y la mayoría de las principales aerolíneas no vuelan a Israel debido a la posibilidad de que los misiles alcancen sus aviones, aunque el sistema de defensa de las Fuerzas de Defensa de Israel ha derribado con éxito casi todas las amenazas aéreas al centro del país. Como medida de precaución, el aeropuerto Ben Gurion ha sido cerrado varias veces durante el año pasado por períodos que van desde minutos hasta varias horas.