La marcha de Irán hacia las armas nucleares avanza a un ritmo alarmante.
En una entrevista con Reuters, el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, reveló que Irán ha estado produciendo entre 5 y 7 kilogramos de uranio enriquecido al 60% de pureza cada mes, pero que esa cifra ahora está destinada a dispararse a un nivel del 90%, es decir, apto para armas.
“Este es un mensaje claro de que están respondiendo a lo que consideran una presión”, dijo Grossi. “Creo que es muy preocupante. Se estaban preparando y tienen todas estas instalaciones en suspenso y ahora las están activando. Así que vamos a ver”.
Igualmente preocupantes son los informes emergentes sobre la capacidad de la República Islámica de lanzar un posible ataque nuclear.
El sábado, los medios estatales informaron sobre el exitoso lanzamiento de un satélite utilizando su cohete Simorgh modificado. El lanzamiento colocó una carga útil de 300 kilogramos, que consistía en equipo de telecomunicaciones, en una órbita elíptica que se extendía entre 300 y 410 kilómetros sobre la Tierra. Sin embargo, según Associated Press, también transportó un satélite Fakhr-1 para el ejército de Irán, la primera vez que se sabe que el programa civil de Irán ha transportado una carga útil militar.
Los gobiernos de Estados Unidos, Israel y Europa llevan mucho tiempo advirtiendo que el programa espacial de Irán podría encubrir el desarrollo de tecnología de misiles balísticos capaces de transportar ojivas nucleares. Los mismos sistemas de cohetes que se utilizan para poner satélites en órbita pueden modificarse para fines militares, según los analistas de defensa.
Un informe de inteligencia estadounidense publicado el jueves afirma que si bien “Irán no está construyendo un arma nuclear”, ha “realizado actividades que lo posicionan mejor para producirla, si así lo decide”.
“El debate iraní sobre la búsqueda de la bomba corre el riesgo de envalentonar a los defensores de las armas nucleares dentro del aparato de toma de decisiones de Irán y cambiar el pensamiento de las élites iraníes actuales y futuras sobre la utilidad de las armas nucleares”, advierte el informe.
“El trabajo de Irán en materia de vehículos de lanzamiento espacial —incluido su Simorgh— probablemente acortaría el plazo para producir un misil balístico intercontinental, si decidiera desarrollar uno, porque los sistemas utilizan tecnologías similares”.