La Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre Gaza se enfrenta a duras críticas tras publicar un informe que omite de forma llamativa pruebas documentadas de que Hamás utiliza hospitales como bases para su guerra de aniquilación contra Israel.
Encabezado por la relatora de la ONU Navi Pillay, el informe no menciona la presencia confirmada de Hamás en el Hospital Kamal Adwan de Gaza, a pesar de las confesiones del propio exdirector de la instalación de que el grupo terrorista utilizó el hospital para “ocultar a activistas militares de alto rango” y llevar a cabo interrogatorios brutales.
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Cuando Fox News presionó sobre estas omisiones críticas, la comisión se escudó en excusas de procedimiento, alegando que no podían acceder a Gaza para realizar investigaciones in situ. Una excusa que no tiene sentido teniendo en cuenta el tesoro de pruebas en vídeo, confesiones y testimonios documentados descubiertos por las FDI que revelan la explotación sistemática de las instalaciones médicas por parte de Hamás.
“Es un trabajo profesional que no tiene nada que ver con los hechos ni con la ley”, dijo Anne Bayefsky, presidenta de Human Rights Voices. “Israel ha expuesto públicamente, con pruebas fotográficas y de vídeo, el uso de hospitales por parte de Hamás con fines militares”.
Además, el enfoque selectivo de la ONU se extiende a su trato a los rehenes israelíes. Si bien reconoce que los rehenes fueron “retenidos” en hospitales de Gaza, la comisión omite convenientemente los relatos documentados de médicos que torturaron a pacientes. Según Bayefsky, los médicos de Gaza vertieron deliberadamente cloro y vinagre sobre las heridas de la rehén Maya Regev para causarle sufrimiento mientras que a su hermano Itay le extrajeron una bala sin anestesia mientras los terroristas de Hamás amenazaban su vida si emitía un sonido.
Mientras tanto, otro informe reciente de la ONU que documenta el aumento del hambre en Gaza también está generando duras críticas por un componente gráfico de 14 páginas que huele a antisemitismo. Presenta una obra de arte que muestra a Israel como un dragón de múltiples cabezas que escupe fuego colocado sobre una bandera palestina junto con un texto que dice “Israel no se está defendiendo contra una organización terrorista, sino que está atacando a los palestinos indígenas como pueblo”.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, calificó estas ilustraciones de “horribles” y trazó paralelismos con la “propaganda nazi y antisemita”, y criticó el informe en una correspondencia con el secretario general Antonio Guterres el 17 de octubre, afirmando que era un “intento de reescribir el conflicto israelí-palestino y promover la incitación contra el Estado de Israel”.
Cuando Fox News preguntó sobre el contenido antisemita del informe gráfico, el Consejo de Derechos Humanos respondió que los relatores especiales son “expertos independientes en derechos humanos” y que “las posiciones adoptadas por ellos no reflejan necesariamente las posiciones del Consejo”.
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