La Corte Penal Internacional (CPI) emite una orden de arresto contra el Primer Ministro israelí Netanyahu y el (ex) Ministro de Defensa Gallant por “crímenes de guerra” en Gaza.
Lo que resulta tan inquietante de esto es que, aparentemente, Netanyahu y Galant reúnen los requisitos para recibir una orden de arresto por el “delito” de defender a Israel contra el terrorismo, mientras que el financista mundial del terrorismo, el Ayatolá Khamenei, no reúne los requisitos.
Esto debería gatillar que todos cuestionen la imparcialidad e integridad de la Corte Penal Internacional. El líder entrante de la mayoría del Senado estadounidense, John Thune, había dicho recientemente que el gobierno estadounidense impondría sanciones a la CPI si esta emitiera órdenes de arresto contra funcionarios israelíes.
Es hora de tomar medidas contra esta ridícula organización.