La Comunidad Judía de Chile condena en los términos más enérgicos la reciente publicación del partido Frente Amplio que cita la frase “del río al mar, palestina será libre”.
Esta expresión, ampliamente reconocida como un llamado implícito a la eliminación del Estado de Israel y de su población judía, ha sido categorizada como discurso de odio en diversos países del mundo. Alemania, por ejemplo, no solo condenó públicamente el uso de esta consigna, sino que implementó sanciones legales contra quienes la empleen, considerando que su mensaje amenaza los principios fundamentales de paz, seguridad y respeto por la dignidad humana.
Es incomprensible que un partido político como el Frente Amplio, que se presenta como defensor de los derechos humanos, promueva un discurso que aboga, de manera directa, por la desaparición de un pueblo completo. Pretender que otro pueblo deba ocupar ese territorio, ignorando que Israel es un país legítimo, democrático y reconocido mundialmente, es negar el derecho a la autodeterminación del pueblo judío en su tierra ancestral.
Este doble estándar es moralmente inaceptable y representa una grave amenaza a los principios de coexistencia y paz que deberían guiar cualquier acción política responsable. No se puede hablar de derechos humanos mientras se amplifica una narrativa que busca justificar la destrucción de un Estado soberano y la aniquilación y/o expatriación de millones de familias civiles que lo habitan.
“Desde el río al mar, Palestina será libre”: El dicho ha causado controversia en los últimos meses. Actualmente se está coreando en manifestaciones “pro-palestinas” en todo el mundo, especialmente en las ciudades occidentales. Los videos muestran a manifestantes, muchas veces enmascarados y violentos desde Londres vía Viena a Beirut y Roma, quienes gritan juntos el eslogan.
En un discurso de fin de semana en un mitin, el eurodiputado laborista británico Andy McDonald dijo que no serían suspendidos hasta que toda la gente pudiera vivir en libertad pacífica “desde el río hasta el mar”. Tres días después, McDonald fue suspendido del partido y se inició una investigación. El primero de Noviembre la asociación de fútbol inglesa prohibió a sus jugadores usar el eslogan en las redes sociales. Y en Berlín, el uso del eslogan está clasificado como una amenaza desde la semana pasada.
Por qué se discute el eslogan tan polémico? Y de dónde vino?
La Organización de Liberación de Palestina (OLP) de Arafat introdujo el término a principios de la década de 1960. Cuando se fundó en 1964, la OLP pidió el establecimiento de un solo estado que se extiende desde Jordania (rio Jordan) hasta el mar Mediterráneo.
Desde entonces, el eslogan ha sido utilizado por otros grupos políticos pro-palestinos, como llamamiento a la liberación de la supuesta ocupación israelí. Hamas, Hezbollah y otras organizaciones terroristas islamistas también se refieren a la consigna. “Hamas rechaza cualquier alternativa a la liberación completa e irrestricta de “Palestina”, del río al mar”, esta escrito en la Constitución de la Organización de 2017.
El dicho es controvertido, sobre todo por un aspecto geográfico, porque la zona desde el río Jordán en el este hasta el Mediterráneo en el oeste encierra todo el territorio israelí y deja abierta la pregunta qué pasa después de cualquier liberación de Palestina con Israel y los judíos que viven allí desde hace miles de anos.
Para los manifestantes pro-palestinos, la consigna expresa el deseo de liberarse de la represión en el histórico Mandato Británico de Palestina, como fue llamado Israel en estos tiempos. Israel, en cambio, ve esto como un llamado a la violencia, que está asociado con un reproche antisemita.
Por ejemplo, el Comité Judío Americano (AJC) escribe que la consigna exige “el exterminio del estado de Israel y su pueblo”. No es nada antisemita defender por sí mismo un Estado palestino propio, según la AJC: “Sin embargo, es absolutamente antisemita exigir la abolición del Estado judío, alabar a Hamas, Hezbollah u otras organizaciones terroristas que exigen la destrucción del estado de Israel (un país legítimo, democrático y reconocido mundialmente) o que digan que los judíos por sí solos no tienen derecho a la autodeterminación”.
Créales cuando te digan: no funciona! Tenemos que dejar de lado los engaños y hacer una pregunta simple: ¿QUÉ QUIEREN REALMENTE LOS PALESTINOS?
Einat Wilf: “Crecí en el campo de la paz israelí, aplaudí cada propuesta de paz. Creí profundamente que el día que los palestinos tengan su propio estado en Cisjordania y Gaza será el día en que tendremos paz.
Proyectamos sobre ellos nuestra imaginación, nuestra visión y lo seguí una y otra vez – con Arafat en 2000, con Abu Mazen en 2008 y oportunidades posteriores – cuando me enfrenté a oportunidades claras y concretas de tener su propio Estado: no asentamientos, poner fin a la ocupación militar, independencia total, capital en Jerusalén Este. – cada vez que se alejaban.
Y no sólo ellos se marcharon. Lo que siguió fue una violencia brutal. Masacres brutales en cafés, en restaurantes, en autobuses, contra personas que acababan de salir a comer pizza.
¡Y esto fue después de que los palestinos hubieran podido tener todo lo que dijeron que querían!
Entonces muchos israelíes comenzaron a hacer una pregunta simple: ¿qué quieren los palestinos?
Y yo participé en esos diálogos y hay que darles crédito: los palestinos fueron muy claros. Me dijeron que los judíos no son un pueblo, “ustedes son sólo una religión”. “No tienes ninguna conexión con la tierra de Israel. Nada. No tienes derecho a la autodeterminación”.
Y esos eran palestinos “moderados”.
Y me di cuenta de que la forma en que ellos piensan sobre el tema y la forma en que yo pienso es completamente diferente. Pensé que se trataba de la tierra, la ocupación, la libertad. Me dejaron muy claro que el problema es mi propia existencia.
En 1947 (!!!), el Ministro de Asuntos Exteriores británico calificó el conflicto de “irreconciliable”. “En la tierra hay dos pueblos, judíos y árabes. Cada uno de estos grupos tiene una máxima prioridad. Para los judíos la máxima prioridad es tener un Estado.
Para los árabes, la máxima prioridad es que los judíos no tengan un Estado. En cualquier parte del territorio.”
Este es el conflicto. Y nada más ha cambiado. Ese es el conflicto y por eso es irreconciliable. Por eso dividir la tierra no va a resolver el problema.
Lo que significa que la única manera de que podamos empezar a acercarnos a cualquier tipo de paz, a cualquier tipo de cambio, es que esta idea de que los judíos no deberían tener un estado en ninguna parte del país, esta idea tiene que desaparecer. Porque esta es la idea que sostenía y sostiene generación tras generación de asesinos capacitados”.