El déficit del gobierno federal se está disparando a niveles históricos bajo el mandato del presidente Joe Biden, y nuevos datos muestran que Washington ha acumulado 622 mil millones de dólares en números rojos a solo dos meses del inicio del año fiscal.
El informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso del lunes revela un aumento del 40% en el gasto deficitario en comparación con 2023, impulsado por un déficit de noviembre de 365 mil millones de dólares. Incluso teniendo en cuenta los ajustes técnicos en el calendario de pagos, el análisis de la CBO muestra que el déficit es 88 mil millones de dólares mayor que el ritmo del año pasado.
Atrás quedaron los días en que los déficits de billones de dólares eran impensables y nunca superaron el billón antes de la pandemia de Covid-19. Ahora, con el déficit del año pasado que alcanzó los 1,8 billones de dólares bajo el mandato de Biden, se están convirtiendo en la nueva normalidad.
Para empeorar las cosas, las alzas de tasas de la Reserva Federal para combatir la inflación han disparado los costos de endeudamiento. Por primera vez en la historia, los pagos anuales de intereses de Washington superaron el billón de dólares. Incluso después de contar los rendimientos de las inversiones gubernamentales, los contribuyentes aún deben pagar 882 mil millones de dólares en costos de intereses.
Ahora que la deuda nacional se acerca a los 36 billones de dólares, el recién nombrado asesor de Trump, Elon Musk, advierte que no abordar el déficit amenaza programas críticos, incluidos defensa, Medicare y Seguridad Social.
“Si no solucionamos el déficit, todo sufrirá”, escribió Musk en X. “No es opcional”.
El presidente electo ha encargado a Musk, junto con su colega multimillonario Vivek Ramaswamy, que aborde la creciente deuda del país. El 12 de noviembre, Donald Trump anunció que ambos actuarían como codirectores del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad de nueva creación centrada en reducir los gastos gubernamentales, recortar las regulaciones y promulgar iniciativas de reducción de costos en todo el gobierno federal.
El mes pasado, Musk prometió recortar “al menos 2 billones de dólares” del gasto del gobierno estadounidense. Sin embargo, los expertos en presupuestos dicen que incluso si el multimillonario tecnológico cerrara departamentos federales completos como seguridad nacional, transporte, agricultura y otros, aún no alcanzaría su objetivo.